jueves, 21 de enero de 2016

Virtudes universales


Sabes que cuando te llega alguna información puede que sea para ti y que la terapia-ayuda llega por todos lados que no? Pues por algún motivo que no viene al caso hube de ir a SanCris y entrar a un lugar donde se me obsequió (o lo tomé? ) un folleto llamado Corazón Alto.

No soy afecto a la literatura sentimentaloide pero leo de todo (para no llevármela ¨de oídas¨) así que mientras  saboreaba  un  d e l i c i o s o coffee, me dispuse a hojear la publicación pero no pasé de la primera hoja pues encontré algo que debe compartirse y esa es mi intención, ahí va:

A lo largo de la historia las religiones han inculcado doctrinas basadas en valores con el fin de engrandecer la vida espiritual. En algunas de ellas estas virtudes son representadas por su opuesto, por ejemplo reglas como no robarás en lugar de promover la honestidad como concepto.
Para el popular escritor Alain de Botton el vacío que ha dejado en el mundo moderno el abandono sistemático de las religiones, no ha mermado la búsqueda  de las personas por practicar una vida virtuosa. De hecho el suizo, considera este fenómeno como una inquietud humana básica para alcanzar la propia felicidad. Ante esta realidad, de Botton enlista los valores que han sido practicados a través de la historia por la mayoría de las doctrinas religiosas y que han prevalecido hasta nuestra época.
Adaptación: capacidad para enfrentar, aprovechar y convivir con situaciones ajenas a nuestra vida ordinaria. A su vez tiene qué ver con tolerancia.
Empatía: entendimiento y apropiación afectiva de lo que otra persona siente.
Paciencia: capacidad para tolerar situaciones lentas o incómodas.
Sacrificio: renuncia o privación que se hace en beneficio de alguien.
Cortesía: acto que manifiesta atención, respeto o afecto.
Humor: estado de ánimo favorable y desapegado.
Autoconocimiento: grado de conciencia que tenemos sobre nosotros mismos.
Perdón: se refiere a la comprensión o aceptación ante alguna ofensa y la disposición a trascenderla.
Esperanza: confianza en qué ocurrirá o se logrará lo que se desea.
Autoconfianza: conciencia del poder propio para afrontar las dificultades.
No deja de llamar la atención como el creciente ateísmo conlleva, en alguna medida, el retorno a aquellos valores que sentaron las bases de las grandes religiones y que, en muchos casos, se diluyeron con la presencia de intermediarios institucionales y agendas que poco tienen que ver con sus fundamentos esenciales. 

...y pues quiero aplicarme a la voz de eu.


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